Artículo. HOUSTON, TENEMOS UN PROBLEMA


HOUSTON, TENEMOS UN PROBLEMA


ESTAMOS RODEADOS DE ESTIMADORES SESGADOS


Inicio esta epístola mensual con un repaso a una serie de definiciones que espero no ahuyenten a ningún ilusionado lector.



Aunque el proemio parezca demasiado formal, sólo es el anclaje inicial para posteriormente desarrollar un par de ideas que considero importantísimas, que denotan la enorme aleatoriedad en la que malvive el patrimonio del pequeño inversor y que lanzaré, cuál carga de profundidad, con la finalidad de remover perjudiciales memes.





De nuevo debo adentrarme en el apasionante territorio de la estadística, en el que, como es bien sabido, una de las actividades más típicas es extraer conclusiones sobre el todo mirando sólo una parte. Al “todo” se le denomina población (aunque no tiene por que estar formado por personas y en nuestro caso tengan por seguro que el objeto de estudio no es una población de individuos), y como suele ocurrir, estudiar la población exhaustivamente es, casi siempre, imposible. Lo que se hace es elegir una parte de la población, a la que denominaremos “muestra”, y a partir de los resultados obtenidos, en esa muestra, estimaremos las características de la población.


Además, las reglas del cálculo de probabilidades nos permitirán obtener información sobre la “calidad” de la estimación efectuada, mediante una serie de conceptos entre los que estarían “nivel de confianza” o “margen de error”. Resalto este apartado de la “calidad”, que posteriormente retomaré por su falacia y por el evidente peligro que atesora.


Por último, es evidente y vital que la muestra sea representativa del conjunto de la población.


Aún continuaré algo más apoyándome en lo genérico, en lugar de desembarcar y extrapolar lo escrito al ámbito financiero y más concretamente aún, al ámbito de las finanzas personales en las que nos movemos todos.


Cuando la muestra no es representativa, los generadores de inferencias estadísticas (podemos denominarlos el stablishment) tienden a avasallar con un lenguaje matemático semi complejo que, al no ser entendido, suele abocar al receptor a aceptarlo como cierto e incluso evidente (esto no sólo se refiere al ciudadano de a pie, como bien se ha demostrado, la crisis subprime verifica que con este lenguaje prosaico también se la colaron a multitud de gestores profesionales).


Paso a las definiciones, por estimador insesgado se entiende aquel estimador que al repetir, muchas veces, el proceso que estamos analizando, en promedio, llega a coincidir con el valor real, ergo, un estimador sesgado será aquel que no apunta bien al verdadero parámetro que se está estimando.


Sin albergar ningún tipo de duda, la estadística nos permite abordar problemas que a priori parecen difíciles, si no imposibles, de resolver. Vayamos ahora a lo concreto, deambulemos por el entramado financiero por el que nos toca transitar a diario y reflexionemos sobre lo aquí escrito a la luz de cómo inferimos que funcionan las bolsas.


Es utópico analizar el todo, así que nos centramos en algunas “muestras”. Es el paradigma de cualquier analista fundamental, aferrarse a una serie de parámetros para finalmente generar estimaciones de determinadas características de la población al completo.


Cuando el sistema a analizar es lineal emergen problemas aunque son subsanables con coeficientes correctores o con ligeras correcciones en las fórmulas, pero oh amigo, cuando lo que tenemos entre manos son sistemas dinámicos, y más complejos aún, sistemas dinámicos no lineales, encontrar una muestra representativa se antoja casi imposible. Aún así, el hábito está tan extendido entre el stablishment y tan aceptado por el ciudadano de a pie, que mantiene su inercia, generándose a diario miríadas de informes con pies de barro y errores conceptuales muy dañinos.


¿Suele acertar el FMI, la FED norteamericana o el BCE el futuro de las variables macroeconómicas? La respuesta es, generalmente, no, y una de las razones es lo que acabo de argumentar. A pesar de coeficientes correctores y de correcciones en las fórmulas, los errores en los pronósticos se acumulan, aunque no conllevan rectificación en los hábitos.


La solución, recurramos a un discurso matemático que se le escape a la mayoría de pequeños inversores, para de esta forma avasallar con legiones de enchaquetados y encorbatados próceres financieros.


bund aleman


Retomo ahora el párrafo sobre la “calidad” o dicho de otra manera, los conceptos que la industria tiene que emplear para esconder la enorme aleatoriedad en la que estamos instalados.
Se lanzan estimaciones y se califican o acotan mediante conceptos como “nivel de confianza”. Aunque no me gusta manejar certezas, cobijo la semicerteza de que estas acotaciones no sirven para nada, o más bien, pueden tener sentido cuando los mercados devienen con volatilidad “controlada” y se vuelven inservibles y muy peligrosos (que se lo digan a los premios Nobel que gestionaban el LTCM –long term capital management) cuando los mercados tornan turbios y afloran discontinuidades matemáticas, precisamente el momento en el que más falta harían.


Lo repetiré una vez más, la matemática gausiana que tienen detrás los invalidan en entornos de volatilidad disparada, entornos para los que hace falta otra matemática que sea escalable. Seguir utilizando estos conceptos denota desconocimiento o peor aún, un hipócrita corporativismo del stablishment financiero.


Efectuado el aviso a navegantes, la conclusión parece diáfana, estamos rodeados de estimadores sesgados en un entorno en el que es casi imposible elegir “muestras” representativas, por lo que el desenlace es evidente, los errores en los pronósticos continuarán repitiéndose en el tiempo.


La ventaja de los tiempos que nos toca vivir radica en internet y en la posibilidad de huir de los discursos oficiales para buscar otros puntos de vista, otras herramientas, otros métodos de seguimiento del run run financiero. Webs como la de Cárpatos, avalada por años de actividad imparcial y gratuita, actuando como indicador o plataforma para emergentes escépticos que huyen de los hábitos tradicionales, son un activo que debería ser declarado de interés general.


dj eurostoxx 50 volatility index


CORTO PLAZO:


Como es mi estilo, comienzo avisando de la inutilidad que supone vaticinar el futuro a medio plazo en sistemas dinámicos no lineales como son los mercados financieros. Sin embargo, el muy corto plazo si podemos intentar domarlo, aunque a sabiendas de que será con estimadores sesgados y con indicadores indirectos.


En este opúsculo voy a reflexionar sobre el aspecto de varios de estos indicadores indirectos, diseñados en el formato de las curvas de desviación estándar acumulada y del coeficiente de Hurst (generado por el insigne Mandelbrot). Estas herramientas buscan transformar la evolución de cualquier activo en una especie de oscilador que se moverá entre 2 extremos. Una vez que lo tenemos en las proximidades de un extremo, concederemos una probabilidad elevada a que en el corto plazo viajará hacia el extremo contrario, en una suerte de continúas reversiones a la media.


En el caso del Bund alemán interpreto que la curva de desviación estándar acumulada, montada sobre 150 sesiones, ha alcanzado el umbral – 2 desvest y por ello ha formado un suelo, según esta herramienta, que avisa de posibles techos en la renta variable.


A diario se actualizan estos gráficos. Tienen el acceso directo a través de enlaces en el menú izquierdo, en concreto en el que se puede visualizar la curva del Bund alemán, aparece signado como bonos


En el caso del índice de volatilidad, también parece estar conformando un suelo, aunque al no haber alcanzado niveles próximos a – 2 desvest debemos darle menor validez.


También se actualiza a diario. El vínculo en el menú de la izquierda aparece signado como volatilidad


Por último, otro indicador indirecto es el que denomino OSCILADOR DE RV VS RF.


oscilador de rv vs rf


He insertado el que se prepara atendiendo a las últimas 21 sesiones. Se encuentra por encima del umbral 65 por lo que ahora toca esperar a que cruce a la baja dicha referencia y se generará señal de venta según esta herramienta.


Se actualiza varias veces al día en el vínculo en el menú de la izquierda que aparece signado como extremos de mercado


RESUMIENDO:


Se van acumulando los indicadores que anticipan un periodo consolidatorio para las bolsas. Aún no hay sintonía en todos ellos, así que habrá que aguardar a que se vayan posicionando en el mismo sentido. Interpreto que se puede estar formando un techo en las bolsas y eso ya sabemos que lleva su tiempo. Una conclusión lógica podría ser que aún podría ser momento para mantener posiciones alcistas, aunque parece tarde para abrir nuevas apuestas.






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