EL INVERSOR ANUMÉRICO
Y EL PELIGRO DE NO CUESTIONAR LA EFICIENCIA DE LOS MÉTODOS TRADICIONALES
El anumerismo, o falta de perspectiva numérica, se puede definir como la incapacidad de manejar cómodamente los conceptos fundamentales de número y azar. Es una insuficiencia demasiado extendida entre la población general y por supuesto entre aquellos que terminan adentrándose en los intrincados ámbitos bursátiles. El inversor anumérico cuenta con una pesada losa a la hora de escudriñar e interpretar la realidad financiera que le organizan ante sus ojos. Viene, además, acompañado de determinados patrones insoslayables, salvo que uno se emplee, en su contra, con determinación y denuedo. La vocación desde esta tribuna es litigar contra estas rémoras y la contundencia en las palabras ansía el lícito fin de aflojar concepciones erróneas, desterrar la aceptación crédula de pseudo ciencias y desmontar el exagerado peso que damos a coincidencias que no tienen otro significado.
Como las personas responden mejor a ejemplos ilustrativos que a exposiciones generales, paso a lidiar contra uno de los patrones típicos del anumérico en mercados que se giran tras varios años al alza.