MI CREATIVIDAD HACE TIEMPO QUE LA ENCAUCÉ HACÍA LOS ENTORNOS MARKET NEUTRAL
Hoy retomaré un estilo de ensayo que me apasiona aunque me exige mayor atención y más dedicación en los preliminares. Este esfuerzo suele merecer la pena ya que la disertación envuelve al agradecido lector que busca enfoques heterodoxos, aunque se que corro el riesgo de amedrentar al que únicamente busca la simpleza del falible vaticinio. Este último aún no sabe dónde se está jugando las habichuelas, carece de un modelo de la realidad válido y probablemente culminará sus andanzas abocado al escarnio pecuniario al que le someterán los tiburones del mercado. Por ello, estas líneas están dedicadas al inversor/lector heterodoxo, con la esperanza de que también algún neófito escape de las redes tejidas por los lobbys que detentan el poder mediático en el ámbito financiero.
Por mi formación reglada en ciencias, me siento cómodo buscando las raíces fisiológicas y meméticas de nuestros comportamientos y hábitos, en aras de descubrir por qué persisten costumbres y preconceptos nada saludables, aunque muy extendidos. Todo comenzó hace aproximadamente 1 millón de años, periodo en el que varias capas neuronales de la superficie cerebral conformaron lo que se conoce como neocortex. El cortex es característico de los mamíferos y por ello cuenta con un abolengo con más solera aunque indispensable para casi todo lo que acometemos a diario. Les pido paciencia, continúen el discurrir de las reflexiones y verán como al final todo tiene sentido, aunque el que sean capaces de encontrarlo dependerá del modelo del mundo que cada uno tenga en su neocortex.
Se trata de una fina capa que recubre la parte externa del cerebro, con gran cantidad de surcos en su superficie y un grosor de unos 2 mm. Los neurocientíficos lo dividen en 6 capas de abajo a arriba, con unos 30.000 millones de neuronas. El neocortex es lo que nos hace listos a los humanos, o al menos lo que nos hace creernos inteligentes. Se encuentra profundamente jerarquizado, desde las capas más profundas, por donde entra la información sensorial en forma de impulsos eléctricos hasta las capas superiores, más superficiales anatómicamente, donde se manejan aspectos más abstractos de la información. Al llegar a la capa superior es donde podemos identificar lo que estamos viendo, le podemos poner nombre. Parece ser que todos los sentidos funcionan según este sistema de capas, ya sean sonidos, imágenes, colores etc. Para el neocortex no deja de ser información en forma de paquetes de impulsos eléctricos que se almacenarán como secuencias de información y en última instancia formarán nuestro modelo del mundo, construido en base a nuestras experiencias y vivencias previas. Tener un modelo del mundo será fundamental para que podamos hacer predicciones de futuro.
El neocortex es adaptable a nuevas situaciones y cuando una predicción no se cumple, las capas superiores buscan alternativas para encontrar una explicación a lo que los sentidos captan. Es importante saber que la percepción tiene que ver con la naturaleza del patrón y no con el mecanismo de percepción (vista, oído etc). Se van almacenando los patrones en el neocortex y serán ellos los que nos permiten predecir situaciones a las que hemos estado expuestos en tiempo evolutivo. No contamos con el bagaje suficiente para predecir en entornos en los que la información es recursiva y viaja a velocidades de vértigo y tampoco en aquellos entornos que se engloban como sistemas dinámicos no lineales, entre los que se encontrarían los mercados financieros. Otra cuestión es que de manera autónoma, nuestro neocortex, adiestrado para analizar patrones y predecir en consecuencia, también lo intente en estos entornos dinámicos no lineales. Será labor nuestra descartar estos vaticinios por su elevada tasa de error.
La neurociencia intenta comprender el desarrollo cognitivo, intenta explicar cómo y por qué los niños y los adultos aprenden continuamente y desarrollan actividades de complejidad creciente. Se podría pensar que estaríamos ante un proceso de maduración programada genéticamente. Además nos vemos motivados por las situaciones en las que experimentamos progreso, en las que las predicciones son cada vez mejores.
Cuando realizamos predicciones usamos nuestra capacidad metafórica, relacionamos unas cosas con otras, es entonces cuando podemos hablar de creatividad, somos capaces de relacionar conceptos que antes parecían inconexos. Constantemente hacemos predicciones sobre cosas nuevas y podríamos decir que esta es la esencia de la creatividad.
Esta actividad creativa se realiza en el neocortex, es ahí donde se almacenan los patrones y es desde ahí desde donde lanzamos conjeturas. Por lo tanto, si no he estado expuesto a una situación o concepto, no albergaré ningún patrón y me será casi imposible realizar predicciones atinadas.
Si quiero ser creativo en una determinada parcela necesito albergar patrones, necesito tener un modelo que me permita generar predicciones. Si carezco de dicho modelo me será imposible ser creativo en esa parcela. Si he estudiado matemáticas durante muchos años es factible que sea creativo en el ámbito de las matemáticas.
Otra cuestión importante a destacar es la enorme variabilidad en los cerebros humanos. Por ejemplo, el área visual, que es la más grande del neocortex, en humanos, presenta un factor de 3 en distintas personas. Esto quiere decir que es posible que una persona tenga un área visual 3 veces más grande que otra y eso repercutirá en que tendrá una visión más fina. Lo mismo ocurre con otras áreas y de la misma manera algunas personas tienen un cerebro que es mejor para unas tareas determinadas. Es labor nuestra posicionarnos con aquellos humanos cuya variabilidad, en el ámbito objeto de nuestra atención, le permita mayor objetividad en la parcela creativa.
Los mamíferos hemos desarrollado un sistema para generar modelos y poder realizar predicciones durante nuestra vida. Casi todo lo que sabemos del mundo no nacimos sabiéndolo y lo hemos aprehendido con nuestras vivencias. Los humanos presentamos una capacidad extraordinaria para el aprendizaje aunque la creatividad mal encauzada nos puede llevar a entornos peligrosos. Me estoy metiendo en el terreno de las creencias. El cerebro, en contacto con el mundo, genera un modelo de la realidad que básicamente es como funciona el mundo. Esto produce una serie de creencias. Todos los seres humanos compartimos algunas creencias, sobre alimentos, sobre temas cotidianos, aunque cuando vamos ascendiendo en ideas abstractas, en la jerarquía del cortex, las creencias difieren notablemente.
En el terreno financiero todos tenemos un modelo en el que van entroncando los sucesos a los que vamos asistiendo. La cuestión que cada uno debe plantearse es si el modelo es eficiente, si le aporta predicciones con escasos márgenes de error, o más objetivamente ¿quién o que lobbys han propiciado que tengamos tal o cual modelo de la realidad financiera?.
Mayoritariamente el modelo en el que se posiciona el pequeño inversor es direccional. Nos dicen los neurocientíficos que es muy sencillo crear falsas creencias, lo que algunas veces llamamos estereotipos. El algoritmo que nos permite entender el mundo, que nos permite hacer predicciones y ser creativos, puede generar creencias falsas y por ello puede llevarnos a desplegar predicciones falsas, que en el terreno financiero se vuelven peligrosas para nuestro patrimonio.
Lo que José Ángel Mena pretende, sabedor de que si no se conoce un modelo difícilmente se puede valorar y difícilmente se puede ser creativo y lanzar conjeturas, es hacerles partícipes de otra forma de ver el mundo financiero, otra forma de interpretar la realidad cotidiana, y otra forma de encarar la actividad de generar retornos positivos con un riesgo muy controlado para nuestro patrimonio. Pretendo instalarme en el modelo de la inversión neutral a mercado, opuesto a la puramente direccional, con la que acotaremos nuestra exposición a los avatares bursátiles y que nos permitirá de una vez por todas aislarnos de las tendencias en las bolsas.
He de alertar de lo muy adictivo de este enfoque de inversión y de que probablemente el que lo vaya conociendo no volverá a pensar más en invertir en el estilo puramente direccional.
Del ortodoxo y del neófito solicito la reflexión objetiva sobre su modelo del mundo financiero, al heterodoxo ya se que lo tengo ganado, y por ello le ofrezco la posibilidad de probar, con un simulador y con dinero ficticio, en WWW.ESINVER.COM como funciona esta metodología de inversión, el control que podemos implementar del riesgo mediante el apalancamiento elegido y mediante la paridad entre los dos activos que conformen el par y por supuesto la diversificación real de los retornos para todo aquél que prefiera combinar las apuestas direccionales con los pairs trading (long short) neutrales a mercado. Este es el modelo que ofrezco y en el que verdaderamente me siento cómodo, incluso para embarcarme en un proyecto ambicioso.
RESUMIENDO:
Aporto varios gráficos para destacar lo complejo de la situación actual para todo aquél que siga pensando en direccional. Con el primer gráfico pretendo reflejar la idea de que probablemente estamos construyendo un techo de mercado y que aunque el gráfico de probabilidad de éxito semanal sobre Eurostoxx aún no se ha girado a la baja, denotando la finalización del techo y el inicio de un segmento bajista, este evento si lo connota su gráfico acelerado, como he resaltado con una elipse roja. Por otro lado, el 2º gráfico presenta la evolución de los 7 sectoriales de la eurozona que mejor lo están haciendo desde el 9 de marzo de 2009 y como ninguno de ellos, tras el techo del día 12 de junio ha conseguido aproximarse, aunque los índices dan la sensación de fortaleza, ¿divergencia?.
El tercer gráfico muestra la jerarquía de comportamiento en varios sectores del Nikkei. Herramienta de la que suelo aportar a diario reflexiones y que confirma como el sectorial financiero, desde el techo del día 12 de junio, lo está haciendo peor que sectores refugio como son Utilities y health care.
Aún así, no son pruebas concluyentes de que los mercados ya se estén girando a la baja y a mi modo de ver si aportan la incertidumbre necesaria para desojar la margarita a favor de las apuestas neutrales a mercado (pairs trading) y en contra de seguir interpretando la realidad financiera en términos de inversión direccional. Es su dinero y son ustedes los que deben elegir. El que manuscribe ya hizo su elección hace 2 años y por supuesto el modelo de la realidad que salió victorioso fue aquél que me reportaba beneficios con el menor riesgo posible, es decir, el neutral a mercado.
Un saludo y suerte ahí fuera.